No hay serenata a la vista, ni acordeón de fondo. Tan sólo unas direcciones a medida para disfrutar plenamente de la capital en pareja. Restaurantes gastronómicos, pausas culturales, bares con un gran ambiente, azoteas para enamorados, un hotel “nidito de amor” y paseos en bici: todos los pretextos son buenos para volver a enamorarse. Esta es la selección de Turismo de Francia, “certificada sin cursilerías”, para pasar un fantástico fin de semana romántico en París.
¿Dónde comemos?
- Un desayuno en una panadería parisina: nos vamos a Montmartre donde nos espera un desayuno gastronómico en la calle Caulaincourt: el del célebre artesano panadero Gontran Cherrie. Se dice que su amor por el pan, los bollos y la pastelería se nota al primer bocado. Su firma: el pan de centeno y miso.
- Una comida bajo la cobertura vegetal del Forum des Halles, en el nuevo bar-restaurante contemporáneo de Alain Ducasse, Champeaux. Plato destacado: el suflé aéreo salado y/o dulce. Nota: las vistas sobre la hermosa iglesia de Saint-Eustache son exquisitas.
- Una deliciosa cena en un micro-restaurante en pleno barrio de Bonne Nouvelle, en el Frenchie (distrito 2). Aquí se aprecia especialmente la cocina francesa instintiva del chef Greg Marchand. ¡Todos los días hay menú carta blanca! Destaca también el marco íntimo y de diseño de este local, donde ladrillos y vigas aparentes dan un toque diferente. Atención, este establecimiento es una joya: es indispensable reservar.
Un museo especial
El Museo Jacquemart-André es el más romántico de los museos parisinos. Sublime palacete del siglo XIX, situado en el Boulevard Haussmann (a dos pasos de los Campos Elíseos). Además de ser un lugar maravilloso, el recinto alberga una de las más impresionantes colecciones de pintura de París.
Pueden verse, entre otras, obras del Renacimiento italiano, de la escuela francesa del siglo XVIII, del arte flamenco y de las artes decorativas. Como artistas destacados: Rembrandt, Fragonard, Donatello, Botticelli… Prolongamos la admiración saboreando la pastelería del Café Jacquemart. Las molduras, el tono elegante y el ambiente romántico hacen de este café uno de los más bellos salones de té de París.
Tres bares de moda
- El bar de vinos (donde bailar) : el Rosa Bonheur. Dentro del parque de Buttes Chaumont pero también a orillas del Sena, la terraza de este lugar acogedor es muy apreciada por su ambiente de merendero, sus buenas botellas y sus ritmos endiablados al final de la noche. Un garito a medio camino entre el París romántico y el festivo. Perfecto para soltarse el pelo en pareja.
- La coctelería exquisita: el Gocce, por su ambiente de speakeasy-cosy, su decoración confortable con lustros de cristal y sobre todo sus deliciosos cócteles preparados por Oscar, camarero dios del néctar. El bar está oculto detrás del restaurante italiano Professore, en el distrito 9. Un lugar escondido, ideal para reunirse entre enamorados.
- La azotea romántica: con un humor más liviano, subimos al tejado terraza del hotel de los artistas de Montmartre: el Terrass’’ Hôtel****. Dalí, Matisse, Prévert, Piaf: todos ellos lo adoptaron. ¿Y tú? Desde arriba, unas vistas panorámicas de París y cócteles muy buenos.
Pasear en pareja
Como debe ser en un fin de semana romántico en París, recorremos en pareja lugares emblemáticos de la ciudad de la luz. Empezando por la isla de la Cité, cuna maravillosa e inevitable de los enamorados.
Paseamos a ambas orillas de Sena, nos abrazamos en el Square du Vert-Galant, contemplamos Notre-Dame de París, realizamos una parada en las librerías Shakespeare & Co o Ulysse (por el ambiente romántico y el olor de los libros viejos).
Más lejos, seguimos los muelles del Sena y terminamos el circuito en el barrio del Marais. Imposible no caer rendido ante sus tiendecitas, sus cafés, sus mercados, sus pasajes estrechos, sus teatros y sus mil jardines escondidos. Mención especial para el pasaje de l’Ancre – Marais (calle Saint-Martin nº 223), un pequeño oasis florido que resulta encantador visitar en pareja.
El hotel Gran Amor
Lo que más sorprende del hotel Grand Amour es que no se ajusta en absoluto a la imagen que uno se hace de él. Situado entre Montmartre y Pigalle, en la calle de la Fidélité (Fidelidad), esta antigua casa de citas ha sido completamente remozada.
En la actualidad, seduce por sus diferentes lugares de vida (gran patio, apartamentos, habitaciones de diseño, restaurante) impregnados a la vez de arte moderno, moda y deseo… Cada habitación tiene su toque original y singular. Un verdadero rincón para enamorados.
· Fuente texto y fotos: Turismo de Francia
Busca Vuelo
Busca Hotel
Busca Actividades
Muchas gracias por vuestra visita y no olvidéis seguirnos en Facebook, Twitter e Instagram, pues cada día recopilamos para vosotros las mejores noticias y ofertas para viajar.