Cinco series de TV para recorrer Gran Bretaña

Sobra el tiempo y también las ganas de seguir viajando desde casa. Y con un maratón de estupendas series de televisión como las que proponemos, podremos viajar a Gran Bretaña y descubrir, a través de la pantalla, algunos de sus lugares más espectaculares. ¡Que comience la acción!

The Crown

Asomarse por una rendija y enterarse de todos los detalles de la vida íntima de los Royals de Gran Bretaña ha sido, desde siempre, el sueño de millones de personas de todo el mundo.

La fascinación que la Familia Real despierta en personas de toda condición y lugar ha alimentado durante décadas innumerables películas, documentales, novelas y series de televisión que tienen a la más reciente de ellas, The Crown, como una de las más populares y, también, de mayor calidad.

La serie, producida por Sony Pictures para Netflix, es la evolución natural de la multi-premiada y excelente película La Reina, en la que Hellen Mirren interpretaba a Isabel II, y que fue escrita en 2006 por Peter Morgan, que es el showrunner (creador y guionista) de la serie.

La serie, emitida por Netflix en todo el mundo, ha alcanzado su tercera temporada ante el auténtico fervor tanto de público -cada uno de los treinta episodios emitidos hasta la fecha se cuela entre lo más visto de la plataforma- como de la crítica, y su premisa argumental es, a la vez, simple y ambiciosa: cada temporada recrea desde la ficción una década del reinado de SM la Reina Isabel II.

La producción es todo lo exquisita que se puede imaginar, desde la elección del reparto -por el que han pasado en estas tres temporadas estrellas como Claire Foy y Olivia Colman (que interpretan a la Reina), Helena Bonham Carter (la princesa Margarita en la 3ª temporada), Matt Smith y Tobias Menzies (el Duque de Edimburgo) o John Lithgow (como Winston Churchill)- a los espectaculares sets en que se graba.

Nos permite descubrir algunos de los lugares más bellos de Gran Bretaña, como la Catedral de Ely, que en la serie se convierte en la Abadía de Westminster durante la boda real, la Catedral de Winchester, que recrea a la Catedral de San Pablo durante el funeral de Winston Churchill, o la Hatfield House, en Hertsfodshire, una mansión de finales del siglo XV en la que pasó su infancia Enrique VIII y que, en la serie, es donde Isabel II fue comunicada de que sería la próxima reina.

El palacio de Buckingham es uno de los escenarios más importantes de The Crown, y ha sido recreado en diferentes lugares de toda Inglaterra, entre los que destacan la Lancaster House o la Wilton House, una espectacular mansión de estilo Tudor en Wiltshire, cuya salón Double Cube Room, toda una delicia arquitectónica, aparece casi en cada episodio de la serie.

Peaky Blinders

Hay series de televisión que se convierten en éxitos inmediatos y que, al terminar su emisión, caen para siempre en el olvido; y hay, también, series de televisión que, por su gran calidad y una temática muy concreta, comienzan poco a poco a ascender esa senda hacia el éxito hasta convertirse en todo un fenómeno social.

Es el caso de Peaky Blinders, la ficción producida por la BBC que, sobre el papel -la serie cuenta las andanzas de una banda mafiosa que dirige el puerto de Birmingham al terminar la Primera Guerra Mundial- parecía que iba a ser otra exquisita serie británica para locos de las series pero que, gracias a su paso a las plataformas de streaming, se ha convertido en un éxito mundial y su protagonista, el gran Cillian Murphy, en un auténtico icono de estilo al que vemos, día sí y día también, protagonizando portadas de revistas internacionales de moda de todo el mundo.

La serie, como no podía ser menos tratándose de una producción de la BBC, cuida la ambientación hasta el más mínimo detalle. Desde el diseño de vestuario -donde destacan, cómo no, las cuchillas que el protagonista lleva siempre ocultas en sus gorras y sombreros- a las localizaciones de la serie, que han recreado a la perfección la vida portuaria del Birmingham de después de la Primera Guerra Mundial en lugares como el Black County Living Museum de Dudley, el Ayuntamiento y los Victoria Baths  de Manchester, el Admiral Grove de Liverpool o el Arley Hall de Chesire.

Los productores de Peaky Blinders quieren que la trama finalice con las primeras alertas aéreas de ataques de la aviación alemana sobre Birmingham, así que nos quedan temporadas por disfrutar de la serie, que puede verse en Netflix.

Outlander

Amor imposible, viajes en el tiempo y escenarios naturales de fábula: esos son los ingredientes que han aupado a la serie Outlander como una de las más vistas de los últimos años.

Localizada en una Escocia que brilla como el auténtico personaje protagonista que es -y lo hace ya desde la espectacular secuencia de apertura de cada capítulo-, Outlander se ha convertido en un clásico inmediato desde el estreno de su primera temporada en 2015.

Basada en la saga de novelas homónima obra de la escritora americana Diana Gabaldón, la Outlander narra las aventuras y desventuras de una pareja muy inusual, Claire y Jamie. Claire es una enfermera casada que vive en 1946 y que se ve transportada a la Escocia de mediados del siglo XVIII, donde conoce a Jaime Fraser, un guerrero de las Highlands que combate en las revueltas jacobinas.

Las cinco temporadas de la serie -la última se estrenó el pasado mes de febrero y puede verse en Movistar+- nos llevan de una esquina a otra de Escocia, tanto para mostrar parajes de las Highlands como Glen Coe, el bosque de Rothiermuchus en Aviemore, Loch Rannoch o palacios y castillos como Midhope Castle -construido en el siglo XV, que en la serie se convierte en Lallybroch, la casa familiar de Jamie Fraser-, el Palacio de Linlithgow -donde nació la reina María Estuardo, que en la serie es la cárcel de Wenworth-, Doune Castle o pueblos tradicionales escoceses como NewtonmoreFalkland Culross.

La serie puede verse en Movistar+ y Netflix.

Downton Abbey

Highclere Castle, en Hamsphire, hogar de los condes de Carnarvon desde finales del siglo XVII, es una imponente mansión palaciega de estilo gótico e inmensos salones, habitaciones y bibliotecas rodeada de más de cuatrocientas hectáreas de jardines y bosques, y que fue construida sobre los cimientos del palacio medieval propiedad de los obispos de Winchester.

En definitiva, se trata de uno de los más bellos castillos victorianos ingleses que, por sí solo, merece muy mucho una visita pero si, además, la mansión resulta ser el lugar de rodaje de una de las series británicas más famosas de la historia, la visita es ya inexcusable.

Nos estamos refiriendo a Downton Abbey, la serie producida por el canal británico ITV y que, en sus seis temporadas -y junto con la película homónima, estrenada en cines en 2017 y que sirvió, hasta el momento, de epílogo a la serie- ha sido vista por centenares de millones de espectadores en todo el mundo.

El autor de los libros en que se basa la serie, el escritor y también guionista de la misma, Julian Felllowes, es amigo de los nobles propietarios del castillo y, además de tener muy claro desde el principio que serviría de escenario para sus tramas, también -ha confesado en varias ocasiones- se ha inspirado en algunas de las historias de los Carnarvon para dar vida algunos personajes y escenas de la serie, que narra la vida de los Crawley, una familia de aristócratas, y sus docenas de sirvientes, en las primeras décadas del siglo XX.

El castillo y sus jardines son una auténtica atracción turística que, además de visitarse durante determinados días al año, puede alquilarse para celebraciones (la leyenda dice que George Clooney celebró en Highclere Castle su boda).

La mansión está repleta de sorpresas: desde una Sala de Música con el techo barroco pintado a mano y las paredes recubiertas de bordados italianos del siglo XVI, a la biblioteca, con más de 5.650 libros, pasando por lujosos dormitorios decorados en estilo victoriano, el famoso salón en estilo gótico revestido con paneles de cuero español del siglo XVII o la exposición permanente de arte egipcio que se exhibe en los sótanos.

La serie puede verse en Movistar+ y Amazon Prime Video.

Sex education

Una de las series más vistas y polémicas de los últimos tiempos es Sex Education, una serie de Netflix que se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la plataforma (está entre las diez series más vistas en Gran Bretaña y Estados Unidos- un auténtico fenómeno social.

Con Gillian Anderson -la famosa detective Mulder de Expediente X- como reclamo más conocido del reparto, las dos temporadas de Sex education nos cuentan la historia de un adolescente, Ottis, que tiene un negocio de asesoría sexual junto con una compañera de clase, en Moordale, un bucólico pueblo inglés que parece sacado de una postal de la campiña y estar suspendido en el tiempo, una sensación acrecentada por el diseño de producción de la serie, en la que coexisten smartphones con electrodomésticos y vehículos de los años Sesenta y Setenta.

La primera temporada se grabó en el valle de Wye, que está a caballo entre Inglaterra y Gales, y del que nos regala estupendas panorámicas muchas de las escenas en las que aparece la casa del protagonista, que en la vida real es un precioso bed & breakfast, The Chalet in Symonds Yat. La escuela secundaria de Moordale, uno de los escenarios principales de la serie, es una antigua universidad, y la senda para bicis por la que Otis y Eric pasan en muchos de los episodios es el Old Railway Bridge en Tintern.

· Fuente: Visit Britain

 

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